jueves, 21 de octubre de 2010

Mi tren de la oportunidad sigue sin pasar

Pasan los días y las cosas no cambian, empiezas a deseperarte al ver que no puedes cambiarlo. Lo intentas con todas tus fuerzas, pero nada de nada.

Intentas tener nuevas oportunidades. Por ello propones una idea de negocio, y aunque tienes a todo el mundo de tu parte, el negocio no prospera, pues no te dan la licencia que necesitas... y todo por ser de aquí. Seguro que si soy extranjero y pido una licencia, tardan dos dias en concederla. Yo llevo 8 meses esperando una, y siguen sin decirme nada de nada. Así que fracasas estrepitosamente, en tu idea. Decides mirar otro tipo de trabajo, que se parezca más a tu perfil y lo mismo.

Empiezas a pensar que no hay nada para tí, que aunque tengas estudios, idiomas o simplemente iniciativa, no sirve de nada. ¿Porqué? ¿Porqué no sirve? Fácil, por que con esto llamado crisis, ves que muchas empresas deciden trabajar con lo que tienen y aunque puedan necesitar a más gente, piensan: tiraré de ellos hasta que se quejen o se quieran ir.
Ellos saben que ahora mismo los trabajadores no se quejarán. Muchos de ellos tienen miedo de perder sus empleos, si no hacen lo que se les pide. Ellos saben que estas personas rendirán más y además sin quejarse, por el mismo sueldo que tenían (Lo he visto en varios amigos que les está pasando).
Ver como esa gente aguanta de todo y más, para tener su sueldo a fin de mes y poder pasar un mes más pagando todas las deudas al banco, mientras que los jefes de tales empresas, se están enriqueciendo.

Sé que hay otras empresas que no son así. En este momento hablo en general, pero nunca pienso que todo es igual. Hoy día, algunos pasan por esa crisis, en mayor o menor medida... En cambio, otra personas siguen pensando: Que suerte tenemos! esto a mi no me pasa. Solo deciros,... tener cuidado! Hoy puede que sea yo, mañana puede que seas tu.

Miro hacia atrás y pienso en estos años que he perdido el tiempo. He intentado estudiar y trabajar, para no tener que depender solo de mis padres, para poder tener un curriculum que enseñar al terminar mis estudios. Hoy día todo este curriculum no sirve para nada... ¿Porqué? pues por que no quiero ser cajera toda la vida (sé que es un trabajo muy digno y no quiero que nadie se ofenda, pero yo quiero algo más).
Pero algo se interpone en mi camino, para llegar a ese trabajo soñado. LA EXPERIENCIA.

Sí, sí, la experiencia. He trabajado varios años como cajera para el supermercado de una gran empresa de España, además de administrativa durante un verano. Pero me gustaban otro tipo de cosas y me cambié y fui haciendo cosillas por un lado, por el otro. Pequeños trabajos temporales (lo que tenemos hoy día, trabajos temporales). Todo esto mientras estudiaba.

Claro, para lo que quiero hacer necesito tener un nivel de estudios que te exigen, ya que no puedes trabajar en ello si no los tienes. Así que sigues trabajando: en museos, en librerías,... siempre de lo mismo, cajera.
Al final piensas: Será que soy buena cajera. Pues sí! lo reconozco, lo soy. Pero aunque no quiero hacer esto, muchas veces me arrepiento de dejar algún trabajo, pensando que mejoraría mi vida laboral. Cuando no ha mejorado... Ha empeorado.

Ahora llega el gran momento, en que acabas los estudios, pero tienes un gran problema. No tienes experiencia en el campo que deseas trabajar. Así, ¿qué haces?
Yo, pedir hacer prácticas en las empresas que puedan interesarme. Al ver que esas empresas no responden, empiezas a buscar cualquier empresa del sector que pueda decirte que sí. Pero la lista se acaba y lo único que oyes es:
- no tenemos sitio en este momento para tí.
- Te falta experiencia
- No tenemos trabajo que encaje en tu perfil.
O simplemente, no te contestan.

Así, que me pregunto. ¿Qué tengo que hacer?, ¿rendirme? No quiero hacerlo, pero mis fuerzas flaquean. Empiezo a pensar que no voy a encontrar nada, por que nadie me quiere dar la oportunidad de enseñarles lo que puedo hacer, por que, no les interesa.

Así que tengo 29 años, camino de los 30. Trabajo media jornada en un puesto que no tiene futuro, y tengo que dar las gracias por que tengo este trabajo. No me interpreteis mal. Pido gracias cada día de tener, aunque sea, este trabajo, sé que hay gente que está mucho peor que yo.
Pero después veo gente, sin estar, ni la mitad de preparada que yo, en un puesto de trabajo, sin mostrar interés, no haciéndolo correctamente. Pero ahí está. ¿Porqué? ¿cómo lo ha conseguido? (algunos, seguramente por enchufe, como muchos pensais), mientras tú, una persona con estudios (tanto que dicen que es importante), trabajadora, puntual, con ganas de trabajar, no consigues ni una mísera entrevista de trabajo.

¿Dónde llegaremos? Pues no lo sé.

Conclusión, mi trabajo consiste en ser una chica mona, que abre la puerta a los ejecutivos de la empresa, con una amplia sonrisa. Si no encuentro nada, y sigo en este trabajo, llegará un momento que quieran a alguien más joven, ¿no? Necesitarán a otra persona a la que no contestar, ni mirar cuando pasan por tu lado. Al final pienso, no soy recepcionista, soy un fantasma.
Aunque a veces me siento un poco inútil, para subirme el ánimo siempre me digo: Piensa que sin ti, esta gente tan lista, con tantos estudios,... no podría abrir la puerta, pues no saben bajar la maneta de ella, o no sabrían como funciona la cafetera, para hacerse un cafe en la reunión.

Sólo quiero una oportunidad... Supongo que tendré que seguir creyendo a la gente cuando me dice, que es mal momento para mirar nada. Que es mal momento para querer un cambio. Que todo, poco a poco cambiará. El problema es que estas palabras ya no me reconfortan.

No hay comentarios:

Publicar un comentario